EL AOVE Y LA SALUD.


UN TESORO EN NUESTRA COCINA:




    Los beneficios del Aceite de Oliva Virgen han sido apreciados desde hace milenios. Pueblos como los fenicios, egipcios, griegos o romanos ya ensalzaban sus virtudes, e incluso consideraban el olivo un árbol sagrado, lo cual nos da una idea de la importancia que se le ha atribuido en las culturas mediterráneas desde que el hombre aprendió a cultivarlo y  aprovecharlo.





    Sin embargo, es en la actualidad, gracias a los avances científicos en tecnología y salud, cuando estamos descubriendo hasta dónde llegan sus propiedades y beneficios; que van más allá de lo que tradicionalmente habíamos creído. Su consumo, como una de las bases de la Dieta Mediterránea, se asocia a un menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares (hipercolesterolemia, hipertensión, aterosclerosis), obesidad, diabetes tipo II e hipertensión (1, 2,3,). Ejerce un efecto preventivo sobre enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como el alzhéimer o la osteoporosis (1,4,). Protege contra ciertos tipos de cáncer, habiendo sido demostrado que frena la proliferación de células tumorales en el cáncer de mama (5,6). E incluso, recientemente se ha evidenciado que el aceite de oliva virgen, tomado dentro de una dieta equilibrada y junto con la práctica de ejercicio físico, contribuye a mantener un adecuado peso corporal e incluso puede favorecer la reducción del perímetro de cintura (7).




    El AOVE contiene unas poderosas sustancias antioxidantes (compuestos fenólicos, tocoferoles, triterpenos, escualeno…) que tienen la capacidad de enlentecer el envejecimiento de los tejidos corporales; funciona así como un agente antienvejecimiento que actúa sobre arterias, huesos, piel, tejido nervioso, etc. Algunos de sus beneficios probados son:




  •         Protege de la fragilidad ósea, mejorando la calcificación de los huesos y favoreciendo su buena conservación.



  •         Mejora la función cardiovascular reduciendo el riesgo de sufrir aterosclerosis, hipertensión, trombos.



  •         Combate el envejecimiento de las neuronas y del tejido nervioso, ayudando a prevenir la aparición de enfermedades degenerativas como el alzhéimer y el párkinson .



  •         Contribuye al mantenimiento de una piel sana e hidratada, además de acelerar los procesos de curación de heridas y mejorar su cicatrización (8).



  •        Ayuda a prevenir el cáncer de mama y a combatirlo, habiéndose probado que algunos de sus componentes (hidroxitirosol, ácido oleanólico, escualeno) disminuyen el crecimiento de células tumorales e inducen su muerte.





    Por si ello fuera poco, además el AOVE funciona como un potenciador de los efectos beneficiosos de otras sustancias, mejorando el valor alimenticio y la calidad nutricional de multitud de alimentos; convirtiendo nuestros platos en garantía de salud.




  •         Potencia la absorción del licopeno, pigmento contenido en algunas frutas y vegetales, y especialmente en el tomate, una sustancia con potente efecto antioxidante y que ejerce una acción protectora ante ciertos tipos de cáncer, como el de próstata, mama, ovario o pulmón. Tomar tomate triturado con aceite de oliva incrementa notablemente los niveles de licopeno en sangre, en comparación con tomar solamente tomate(9).



  •         Mejora la absorción y utilización de las vitaminas liposolubles (A, D, E, K), actuando como vehiculizante de las mismas.



  •         Favorece la asimilación de antioxidantes contenidos en frutas y verduras. Un ejemplo de ello es su efecto sobre la luteína, contenida en alimentos como el brócoli, acelgas o espinacas; un antioxidante de gran utilidad en la prevención de patologías oncológicas y neurodegenerativas, y que además mantiene y mejora la integridad y de la mácula del ojo, mejorando con ello la capacidad visual (10).




    Hay que incidir en que si queremos aprovechar todos estos beneficios para nuestra salud, debemos consumir siempre aceites de oliva virgen extra o al menos vírgenes, ya que al no haber sido sometidos a procesos de calentamiento o procesos químicos, son los únicos que garantizan que conservan todas sus propiedades. Los denominados únicamente “aceite de oliva”, proceden en su gran mayoría de la mezcla de aceites refinados que han perdido los componentes menores que le confieren sus propiedades saludables. 





BIBLIOGRAFÍA:

1. Declaración de Jaén 2004: Documento de consenso de la Conferencia Internacional sobre los Efectos Saludables del Aceite de Oliva Virgen. Revista Española Obesidad 2005; 3(4): 212-217

2. Sánchez-Muniz, F. J. (2007). Aceite de oliva, clave de vida en la Cuenca Mediterránea Anales de la Real Academia Nacional de Farmacia, 73: 653-692

3. Seguí Díaz, M. (2014). Prevención de la diabetes tipo 2 mediante la dieta mediterránea y grasas vegetales en el estudio PREDIMED (PREvención con Dieta MEDiterránea). Semergen: revista española de medicina de familia, 5: 278-279.

4. Godoy, M., Navas, M. E., Bistué, M. B., Bruno, M. A. (2014). Aceite de oliva extra virgen como agente preventivo en la enfermedad de Alzhéimer: efectos antioxidantes cerebrales en un modelo de ratón transgénico. Segundo Encuentro de Investigadores de la RADU. Disponible en: http://www.um.edu.ar/ojs-new/index.php/RADU2/article/viewFile/505/496

5 Sánchez-Quesada, C. (2016). Estudio de las propiedades antitumorales, antioxidantes y antiinflamatorias de los principales triterpenos del Aceite de Oliva Virgen utilizando modelos experimentales celulares de mama. Tesis doctoral. Universidad de Jaén. Departamento de Ciencias de la Salud. Disponible en [http://hdl.handle.net/10953/665]

6. Allouche, Y., Warleta, F., Campos, M., Sánchez-Quesada, C., Uceda, M., Beltrán, G. and Gaforio, J. J. (2011). Antioxidant, Antiproliferative and Pro-apoptotic Capacities of Pentacyclic Triterpenes fond in the skin of olives on MCF-7 Human Breast Cancer Cells and their effects on DNA damage. Journal of Agricultural and Food Chemistry, 59(1) 121-130

7. Martínez-González, M. A., Corella, D., Salas-Salvadó, J., Ros, E., Covas, M. I., Fiol, M. et al. (2012). Cohort profile: design and methods of the PREDIMED study. International Journal of Epidemiology, 41: 377-85.

8. Carrilo, P. (2009). Propiedades del aceite de oliva en el mantenimiento de la integridad cutánea. Seminario Médico, 61(2) 61-90.

9. Bravo Lozar, S. (2013). Optimización del contenido y disponibilidad del licopeno y otros compuestos bioactivos en tomate y productos elaborados con tomate. Tesis doctoral. Facultad de Veterinaria. Universidad de Murcia. Disponible en: http://hdl.handle.net/10201/30054
10. García Godos, N. (2015). El papel de la luteína/zeaxantina en la prevención y tratamiento de la degeneración macular asociada a la edad. Monografía presentada a la Facultad De Químico Farmacéutico Biólogo de la Universidad Veracruzana. Región Xalapa. Disponible en: http://cdigital.uv.mx/handle/123456789/39888



Rocio Ferre Salmerón.
Nutricionista y fisioterapeuta.


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